El dióxido de silicio utilizado en nuestros productos cumple las normas de calidad más estrictas y no supone ningún riesgo para la salud de los consumidores ni de nuestros empleados en las instalaciones de producción propias.
¿Por qué algunas personas creen que el dióxido de silicio es perjudicial para la salud?
Desgraciadamente, sigue existiendo el mito de que el dióxido de silicio es perjudicial para la salud.
El silicio es un oligoelemento esencial que casi todas las células del cuerpo necesitan para funcionar con normalidad. Lo ideal es que el organismo contenga 1,4 g de silicio, junto con zinc, hierro y otros oligoelementos.
El silicio es esencial para la salud de las estructuras pasivas del organismo, como los huesos, el cabello y las uñas. Utilizado funcionalmente como aditivo, tiene además la ventaja de que evita que los polvos se apelmacen.
¿De dónde viene el mito?
El mito de que el dióxido de silicio (SiO2) supone un riesgo para la salud no procede del dióxido de silicio en sí (que es un compuesto de silicio completamente normal y natural ), sino de las nanopartículas que pueden formarse durante la producción de dióxido de silicio y que pueden inhalarse. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha determinado que la exposición excesiva al dióxido de silicio sólo podría ser motivo de preocupación si el tamaño de la partícula es inferior a 100 nm y se clasifica como nanopartícula.
Por lo tanto, hemos trabajado con nuestros socios externos y nuestro grupo de producción interno para garantizar que el dióxido de silicio utilizado en nuestros productos tenga un tamaño significativamente superior a 100 nm, no contenga nanopartículas y, por lo tanto, sea 100% seguro.
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